Las mascotas constituyen una experiencia maravillosa para los niños. Los padres debemos tener claro que cuando aceptamos tener una mascota, la responsabilidad será de nosotros. Aceptar tenerla condicionándolo a que el niño se hará 100% responsable de ella es engañarnos a nosotros mismos; el niño tendrá algunas tareas que cumplir pero nunca podrá asumir las responsabilidades de forma total. Si no estamos conscientes de esto, tener una mascota en casa podría convertirse en una verdadera pesadilla. Son múltiples los beneficios que el niño obtiene al compartir con una mascota:
1- Las mascotas crean empatía, respeto por las emociones de los seres vivos, responsabilidad en su cuidado y amor por la vida.
2- Las mascotas nos dan la maravillosa oportunidad de enseñar a los niños a ser gentiles: “Acarícialo con suavidad”.
3- Las mascotas enseñan al niño a ser responsable y a tener empatía con otros seres vivos: “Es hora de darle de comer a las tortugas”.
4- Permiten enseñar al niño a ser cuidadoso y respetuoso: “No te acerques al perro cuando come porque podría molestarse”.
Nunca debes dejar a un niño solo con la mascota, tanto por la seguridad del niño como por la seguridad del animal. Es importante saber que una mascota es una “responsabilidad” desde todo punto de vista. Constituye un gasto económico, requiere tiempo, dedicación, y mucho amor. Si crees que no puedes cubrir alguno de estos requerimientos lo mejor será no tenerla.
Si no tienes la oportunidad de tener alguna mascota en casa, lleva a los niños a lugares donde puedan desarrollar su conciencia sobre la existencia de otros seres vivos.
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