Las redes wifi públicas no son demasiado seguras, pero podemos tomar medidas para conectarnos a ellas reduciendo los riesgos.
Estas redes wifi no son muy fiables. Si no tienen contraseña, toda la información viaja a través de ellas sin cifrar, y puede ser interceptada de forma muy sencilla por cualquier otro dispositivo u ordenador conectado a la misma red. La única excepción a esta regla son los servicios web que utilizan un certificado de seguridad SSL y que, por tanto, cifran el tráfico entre el ordenador del usuario y el servidor. Al visitar Gmail o Twitter, por ejemplo, toda la información que se envÃa y recibe llega cifrada hasta el ordenador del navegante.
Siempre que sea posible, conviene conectarse a redes inalámbricas con contraseña. La contraseña WEP es débil y fácil de averiguar. Una vez adivinada, cualquier atacante podrá ver lo que circula por la red. La contraseña WPS es más segura y recomendable, si está disponible.
Si entramos en redes abiertas, como las de algunas cafeterÃas y espacios públicos, hay que tomar precauciones. Una de las básicas es usar una red privada virtual (VPN) que cifre automáticamente todo el tráfico que viaja por la red. La otra es asegurarse de que los servicios web y tiendas online que visitamos tengan instalado un certificado de seguridad SSL (esas direcciones web empiezan por https:// en lugar de http://).
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