Los  trastornos del sueño crecen de forma imparable y la apnea es uno de los que aparecen de forma cada vez más frecuente, solo por detrás del insomnio, pero muy por delante del sÃndrome de piernas inquietas o los terrores nocturnos. Consiste en la obstrucción o colapso de la vÃa aérea superior que tiene lugar mientras se duerme debido a que la vÃa respiratoria se estrecha, se bloquea o se vuelve flexible, con lo que el afectado tienen diversos epiosdios a lo largo de la noche en los que deja de respirar durante unos segundos.
El perfil prototipo de enfermo de apnea es un hombre, de edad media, con sobrepeso y roncador. La apnea es uno de los problemas que afecta de forma más negativa en la vida diaria de las personas y además, va en aumento.
Expertos de la Cátedra del Sueño de la Universidad de Granada-GrupoLoMonaco indican que un 22% de los hombres y un 17% de las mujeres lo padecen, aunque piensan que puede llegar a haber cerca del 80% de casos sin diagnosticar. La principal consecuencia para los que tienen apnea del sueño es el cansancio que les invade y la sensación de sueño que tienen durante el dÃa. A veces los afectados se quedan dormidos casi en cualquier sitio, incluso conduciendo, lo que hace de la apnea una de las principales causas de accidentes de tráfico: hasta un 20% de estos incidentes puede estar relacionado con la falta de descanso.
Los enfermos de apnea suelen tener un sueño ligero y a menudo tienen dificultades para concentrarse y recordar. A veces se relaciona con trastornos asociados, como la depresión y los problemas cardiovasculares.
El ronquido es otra constante asociada a la apnea del sueño. Cuando el enfermo deja de respirar, también para bruscamente de roncar, lo que puede ayudar a detectar la apnea. Aunque si bien una persona que ronca no tiene necesariamente por qué padecer apnea, casi todas las que tienen apnea roncan.
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