No hay recetas milagrosas para evitar el cáncer. Sin embargo, no es cierto que el destino de nuestra salud esté escrito en el ADN y no se pueda hacer nada. Los hábitos de vida y entre ellos la alimentación tienen el poder de influir en el comportamiento celular y prevenir la enfermedad.
No hay fórmulas mágicas contra el cáncer ni recetas infalibles que nos eximan de llegar a padecerlo. Si la pregunta es, por tanto, si existen alimentos con el poder de librarnos de desarrollar la enfermedad, la respuesta es no. Porque en la aparición y el progreso de la enfermedad intervienen varios factores: ambientales, hormonales, metabólicos y genéticos propios de cada persona. Sin embargo, si lo que nos preguntamos si es posible reducir el riesgo de padecerla siguiendo determinadas pautas de alimentación e incluyendo productos concretos en el conjunto de una dieta saludable, la respuesta es, sin duda, sÃ. Y los motivos son los mismos: si bien hay algunos factores que escapan a nuestro control, hay otros sobre los que sà podemos actuar y, haciéndolo, se lo pondremos más difÃcil a la aparición de tumores y a su avance en el organismo.
Está totalmente aceptado por la comunidad cientÃfica que la dieta desempeña un papel principal en la prevención del cáncer -afirma Juan Serrano, especialista en bioquÃmica y biologÃa molecular y autor de Poder anticáncer. Una nueva forma de vida para prevenir el cáncer (Ediciones Paidós)-. Los datos de que disponemos estiman que hasta un 40% de los tumores en los varones y un 60% en las mujeres están relacionados con la alimentación, mientras que aproximadamente el 35% de ellos podrÃan ser prevenidos mediante una modificación de los hábitos alimentarios.
Cómo nos ayudan los alimentos.
Capacidad de producir apoptosis. Esa palabreja significa muerte celular programada y algunos productos como el té verde, la cúrcuma o las crucÃferas (brócoli, coles, coliflor...) contienen moléculas con capacidad de inducirla.
Acción antiproliferativa. Se ha demostrado que el calcio, las dietas bajas en grasas y la fibra dietética pueden disminuir la proliferación celular en colón y recto y prevenir el desarrollo del cáncer en esos niveles.
Poder antiinflamatorio. Cuando la inflamación se convierte en crónica puede causar daños en el ADN de e inducir al desarrollo de un cáncer. El licopeno y los ácidos grasos omega 3, por ejemplo, pueden inhibir la inflamación.
Estimulan el sistema inmunológico, que se encarga no solo de proteger al organismo de las agresiones externas producidas por virus o bacterias, sino también de eliminar las células que sufren alteraciones o mutaciones en su material genético y que, de no ser destruidas, podrÃan derivar en cáncer.
Propiedades antiangiogénicas. Las células cancerÃgenas necesitan un aporte constante de oxÃgeno y nutrientes y, para conseguirlos, estimulan la formación de nuevos vasos sanguÃneos (angiogénesis).
Poder antioxidante. Cuando hay un exceso de radicales libres pueden dañar tanto a la membrana celular con al ADN provocando mutaciones. Se puede combatir el exceso con alimentos ricos en antioxidantes.
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