Llega de nuevo el momento de formular los “deseos” para el próximo año, pero habría de trascender los “propósitos” que con frecuencia se incumplen, para elaborar objetivos bien delineados con la intención de lograrlos.
Las metas tienen que ser específicas y claras, para que sean medibles, y tener la capacidad de evaluar si vamos en el camino correcto. Además, es básico disponer los avances a lo largo del tiempo, así como los recursos humanos y materiales requeridos.
El fin de año es una buena excusa para darnos tiempo para plantear dichas metas, donde deben considerarse todos los aspectos financieros como los que a continuación se sugieren.
1. Ahorro: Definir qué monto es posible ahorrar del salario y con qué periodicidad; puede ser a la quincena o mensual, pero también la meta puede establecerse al trimestre.
2. Inversión: Fijar las acciones que se llevarán a cabo para invertir el patrimonio. Implica informarse, tal vez visitar varias casas de bolsa o hacer una búsqueda de un bien raíz.
3. Compras: Junto con la familia determinar cuáles son las adquisiciones que serán importantes en 2015, como cambiar de auto o la adquisición de un bien mueble.
4. Seguros: Hacer un análisis de las coberturas y determinar dónde sería prudente acrecentarla para tener un colchón de seguridad o incluso ver cuáles se podrían racionalizar para evitar un gasto excesivo.
5. Deudas: Determinar cómo están los pasivos de corto y largo plazos, porque de nada sirve estar ahorrando a tasas bajas y mantener crédito a niveles mucho mayores. Probablemente la meta sea reducir o saldar por completo los adeudos.
6. Patrimonio: Es el momento para hacer cuentas y ver cuál es el patrimonio.
En algunos casos hay activos que pueden usarse para balancear las finanzas personales o quizá solicitar un crédito con algún familiar para empezar a ordenar la administración del hogar.
Debemos llevar estas metas a la factibilidad, pues podría no ser alcanzable todo, y saber qué tenemos que dejar de hacer para realizarlas probablemente implique un sacrificio, que si bien generará una mejora en el mediano plazo, significa un malestar de manera inmediata.
Por eso, la comunicación juega un papel muy relevante si estamos hablando de una familia.
Comunicar estos objetivos y su razonamiento conduce a la posibilidad de que todos los miembros pongan de su parte para cumplir las metas.
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