Aquí presentamos cinco datos claves sobre el virus chikunguña según la Organización Mundial de la Salud.
1. Origen. El virus chikunguña, según la Organización Mundial de la Salud, se describió por primera vez durante una epidemia en el sur de Tanzania en 1952. Su nombre deriva de una palabra en la lengua makonde que quiere decir “retorcerse”, debido a los fuertes dolores que ocasiona. El virus se he reportado en los últimos años a lo largo de 40 países en un área que va desde el África, el sur de la península arábica, India y el sur este asiático.
2. Transmisión. La transmisión del virus se da de humano a humano a través de la picada de un mosquito hembra, normalmente de las especies transmisoras del dengue, Aedes albopictus y del Aedes aegypti, más conocido como “patas blancas”. Después de la picada, los síntomas se pueden presentar entre cuatro y ocho días.
3. Sintomatología. Los síntomas del virus comienzan con una fase febril que dura de dos a cinco días, seguido de dolores en las articulaciones que pueden recurrir por años. También pueden acompañarse de dolores de cabeza, inflamación ocular y una erupción en las extremidades. La recuperación natural suele ser de 5 a 10 días en pacientes jóvenes y de 1 a 2 meses en pacientes mayores. Sin embargo, existe el riesgo de que los síntomas se alarguen pasados los dos años de haber contraído el virus.
4. Prevención. La prevención del virus chikunguña es en todo sentido similar a la prevención del dengue, que es minimizar las posibilidades de contagio al reducir el contacto y proliferación de los mosquitos que lo transportan. Eliminar o purificar los contenedores de agua en los que se reproduce el Aedes aegyti, así como el uso de insecticidas y repelentes, y usar ropa que prevenga el contacto de los mosquitos con la piel son las maneras principales de evitar el contagio.
5. Tratamiento. En caso de contagio, es necesario saber que no hay tratamiento específico ni vacuna contra el virus. Por consiguiente, el tratamiento es paliativo y se basa en atenuar los síntomas con descanso, ingerir líquidos, analgésicos y antipiréticos.
Si usted presenta algunos de los síntomas no dude en llamar a su médico o presentarse en un centro de salud.
|