Llegaron nuevamente las vacaciones tan esperadas. Seguramente hubo momentos en los que el año escolar se hacía eterno y sentía que no avanzaba el año, pero luego el tiempo pasó muy rápido y llegó esta época.

Para que no suceda lo mismo con las vacaciones y se pasen sin que sean bien aprovechadas, es necesario organizarse incluso en el tiempo libre. La idea de organizar el tiempo libre o las vacaciones podría parecer desagradable para algunos, pero el tiempo es más productivo cuando está bien organizado. Para esto, usted, como padre o madre, es quien puede enseñarle a sus hijos a decidir qué quieren y qué pueden hacer durante este descanso.

Vacaciones no significa no hacer nada, pasar el día frente a la televisión o en la cama. Puede haber momentos de este tipo de actividad, pero las vacaciones mejor aprovechadas serán aquéllas que se planifiquen para tener un cambio de actividad.

Por ello, vale la pena trazarse metas de lo que se quiere realizar y tener claros los objetivos para enfocar cómo poder alcanzarlos. Puede ser prepararse para una competencia de natación, presentar una exposición de pinturas, hacer algo por la comunidad; decida la actividad que más le guste o en la que tenga una facilidad especial, lo importante es que su mente y energía estén enfocada en la meta para hacer más efectivo su esfuerzo.

Ésta es una oportunidad para descubrir talentos, (música, pintura, deporte, cocina, dibujo, baile, etc.) Se vale soñar, Pregúntele a su hijo qué le gustaría hacer de mayor y cómo serían unas vacaciones ideales hoy. Probablemente no esté muy lejos de la realidad si cuenta con la actitud adecuada, con agradecimiento y sin caer en el materialismo. Usted le puede compartir cómo recuerda sus vacaciones, cómo las vivía y qué anécdotas tiene que contar, será un tema que disfrutarán ambos y les dará ideas de lo que pueden hacer hoy. Invítelos a explorar la naturaleza y la sencillez de la vida que no se puede detener a disfrutar en el ciclo normal por la cantidad de actividades con las que se debe cumplir.

También se puede aprovechar este tiempo para que inicien algún trabajo y se puede dedicar una parte del tiempo libre para ello, enseñando a los hijos el valor del dinero y su administración con pequeñas cantidades.

Parte de la formación de sus hijos es enseñar la generosidad y servicio, pero esto no se hace con lo que me sobra de tiempo o recursos, sino que lo debo hacer con lo que es valioso. Entonces, en estas vacaciones pueden buscar actividades de servicio, empezando con los miembros de la familia: abuelos, tíos, primos, hogares de ancianos, guarderías, etc. 

Al favorecer este tipo de actividades, está mostrando que hay más alegría en dar que en recibir, que al interesarse por los demás y hacer algo por ellos, estarán invirtiendo muy bien su tiempo. Es necesario enseñar a pensar en otros, antes de sólo pensar en mí.

No permita que esta etapa pase desapercibida y que sienta que hubiera podido aprovecharla mejor si hubiera. Ahora es cuando puede tomarse unos minutos, decidir y empezar a hacer la diferencia en el uso de este tiempo tan valioso