El amor por la lectura y por lo que ofrecen los libros también va relacionado a un cuidado y respeto por los libros en sÃ. Los libros impresos son objetos atractivos y llamativos para los niños, sobre todo porque al abrir sus páginas las posibilidades de mundos que este objeto ofrece son inagotables.
Cuidar y compartir
Los niños que se preocupan por sus libros, que los cuidan, que los aprecian y quieren, son niños que valoran y conocen lo que un libro les puede ofrecer. Enseñar a los niños a cuidar sus libros los ayuda, por un lado, a tener una relación más Ãntima con ellos, y por otro, a pensar en los otros lectores que el libro pueda tener y de esta manera preocuparse y compartir con sus amigos y su comunidad (sus compañeros de colegio, sus vecinos del barrio, los miembros de su propia familia).
Los niños rompen los libros
Hay muchos padres que no ofrecen a los niños pequeños libros con hojas delgadas por miedo a que se puedan romper, sin saber que este es un hábito, como muchos, que se puede aprender y por tanto, enseñar. Además si un libro se rompe, se puede arreglar... Lo que no se puede solucionar es haber dejado a un niño sin un libro a su alcance.
Dar vuelta las páginas con cuidado
Al dar vuelta las páginas, estas corren menos riego de romperse o de arrugarse si se toman cuidadosamente desde una de las puntas. En este simple gesto no solo se cuida el libro, sino que también se adquiere conciencia de la acción de dar vuelta una página y de la continuidad de la historia, y se puede lograr una lectura más cuidadosa y atenta al detalle y, por tanto, una mejor comprensión lectora.
Un sello de identidad
Cuando el libro es de propiedad de un niño o de una familia, puede ser marcado con un ex-libris. Estos son simples etiquetas, inspiradas en las costumbres de antaño, para identificar al dueño del libro y por tanto evitar que se pierda. Diseñar los propios ex-libris puede ser una actividad muy entretenida para hacer con los hijos, también se pueden imprimir algunos que se ofrecen gratis en distintos algunos sitios de internet.
Un espacio para los libros
Tanto en la sala de clases como en algún lugar de la casa se puede destinar un rincón para los libros y la lectura. No se necesitará más que un espacio para poner los libros: estante, canasto, carrito (una biblioteca móbil!!!) o mesa pequeña para guardar o exhibir los libros favoritos, más algunos cojines o sillas para poder acomodarse a la hora de leer. Lo importante es tener los libros al alcance de los niños y que sean ellos mismos quienes se encarguen del orden de la pequeña biblioteca. Más recomendaciones para armar una biblioteca en casa, aquÃ.
El maletÃn de primeros auxilios
En el caso de que la página de un libro o la encuadernación sufriera algún "accidente", pueden ser los mismos niños (con la ayuda de un adulto, si asà se requiere) quienes arreglen el desperfecto. En el maletÃn de primeros auxilios debe haber: tijeras, cinta adhesiva, hilo y aguja, pegamento, papel o cartón y plástico para forrar el libro. Si las páginas del interior se rompen, se pueden arreglar con cinta adhesiva. Si se salen pliegos completos, se pueden volver a pegar con cinta adhesiva o coserlas con hilo y aguja a las páginas que no se han soltado. Si la tapa del libro está maltratada, se puede pegar una nueva tapa hecha de papel grueso o cartón (el niño incluso puede dibujar una nueva portada) y luego forrarla con plástico para darle mayor protección.
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